Escudo La Cruz

Reseña HistóricaDatos relevantesAntecedentes

Bandera La Cruz

La Cruz es el décimo cantón de la provincia de Guanacaste, es reconocido por sus hermosos sitios y paisajes. Desde su mirador se puede apreciar hacia el este el imponente volcán Orosí y hacia el oeste la bella Bahía Salinas. Gran parte de su territorio son Parques Nacionales, que protegen la mayor, mejor preservada y más representativa muestra de bosque tropical seco mesoamericano, un ecosistema altamente vulnerable y en riesgo de desaparecer, declarado en 1999 como “Patrimonio Natural de la Humanidad”.

En la época precolombina el territorio que actualmente corresponde al cantón de La Cruz, formó parte de una de las provincias de los indígenas denominados Chorotegas, cuyos dominios comprendían desde la Península de Nicoya hasta el Lago de Nicaragua, constituida por varios poblados o señoríos. La región fue descubierta por don Gil González Dávila en 1522, en su marcha hacia otra provincia de los chorotegas, que estaba bajo la autoridad del cacique Nicarao (hoy Nicaragua), para el caso de La Cruz, esta región eran dominios del rey indígena Orosí, hablaban la lengua mangue o chorotega. En el itinerario y cuentas de la expedición de González Dávila, redactado por el tesorero Andrés de Cereceda, se dice lacónicamente que “El cacique Orosí, está a 5 leguas tierra adentro: tornándose cristianos 134 ánimas, dio 198 pesos, 4 tomines de oro” El rey indígena Orosí residía a unos 27.5 kilómetros de la costa del Océano Pacífico, en los llanos del volcán que lleva el nombre del rey Orosí.

El cronista Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés, que visito la región en 1529, consignó que “Los indígenas de Orosí son de la lengua de los Chorotegas y traen horadados los bezos bajos y puesto sendos huesos blancos del tamaño de medio real o más, son flecheros, valientes, tienen ídolos de barro y de palo, en unas casillas pequeñas y bajas que las hacen dentro del pueblo, allende de sus casas principales de oración, que llaman “teyopa”, no se tienen más noticias del rey “cacique” Orosí hasta el año 1575, esto explica el registro de 153 sitios arqueológicos en La Cruz, razón por la cual se le denomina como el cantón de los petroglifos.

 En 1561 don Juan de Cavallón, proveniente de Granada pasó por la zona en su expedición que llegó al Valle Central. En setiembre de 1562 transitó por este territorio don Juan Vázquez de Coronado, quien traía ganado vacuno y caballos desde León. También pasó por la región don Perafán de Ribera en su viaje hacia Cartago. En la segunda mitad del siglo XIX llegaron a la región los primeros finqueros procedentes de Rivas, Nicaragua; iniciando la formación de grandes haciendas tales como Sapoá, Conventillos, Las Ánimas, Orosí, Los Inocentes, Potrero, Murciélago y Santa Rosa.

El 20 de marzo de 1856, nuestras tropas libraron su primera batalla contra los filibusteros de Willian Walker en la Hacienda Santa Rosa, logrando expulsar a los invasores de nuestro territorio, en 1919 se inicia la “Revolución del Sapoá” contra la dictadura de Federico Tinoco y un 19 de julio de 1919 se libra una batalla por las calles del poblado de La Cruz, entre los revolucionarios y las fuerzas militares de los hermanos Tinoco, esta batalla se conoce como “La Batalla del Ariete”  y es en la que asesinan cruelmente en La Cruz el maestro Marcelino García Flamenco,

Para resumir un poco la historia de este héroe, en el año de 1918, en las trincheras de Europa terminaba la I Guerra Mundial, mientras que Costa Rica sufría la tiranía de los hermanos Tinoco. Entre los muchos intentos por derrocarlos, destacó el lanzamiento encabezado por los hermanos Alfredo y Jorge Volio, así como por el destacado intelectual, miembro de la Academia Hispanoamericana de Ciencias y Artes, Rogelio Fernández Güell. Al fracasar el alzamiento, el grupo de Fernández Güell huyó por la zona sur para tratar de llegar a Panamá, pero los esbirros los alcanzaron en Buenos Aires de Osa, donde son asesinados, acto presenciado por el maestro Marcelino García Flamenco y sus estudiantes, esto provoca que el maestro Marcelino salga del país, hacia Panamá, allí denuncia a la prensa del nuevo crimen de la tiranía y más tarde se incorpora a los exiliados que en Nicaragua alistan una nueva revolución contra los Tinoco. Al año siguiente, ingresa a Costa Rica una tropa de muchachos inexpertos y mal armados, que son derrotados por los esbirros en la batalla del Ariete en La Cruz, el 19 de julio de 1919, Marcelino García se queda a proteger a los heridos y en esa tarea los Tinoquistas lo hieren a machetazos. Ya moribundo, lo atan a un caballo que lo arrastra más de cien varas y al finalmente, lo rocían de kerosén y lo quemaron en la entrada oeste del poblado de La Cruz. Este asesinato colmo la paciencia de los costarricenses, y al saberse la noticia, en San José comenzó la huelga de maestros que culmino con el derrocamiento de la tiranía de los Tinoco.

La Cruz resintió nuevamente enfrentamientos bélicos en los que se destruyen Puerto Soley y el Aeropuerto El Amo, en diciembre de 1948 la Contra-revolución del 48 y en enero de 1955 la Invasión del 55, generando serios daños en la poca infraestructura pública de la época y entre los civiles de este pueblo fronterizo.

En la administración de don Ascensión Esquivel Ibarra, en 1906 se estableció la escuela, ubicada cincuenta metros al este de nuestro mirador construido por la Municipalidad. En 1953 se inauguró un nuevo edificio escolar que se denomina Escuela Salvador Villar Muñoz y en el 2014 se trasladó la escuela Salvador Villar Muñoz al edificio en el que funciona actualmente, además en el año 1999 se funda una nueva escuela en La Cruz centro, en Barrio Irvin, la Escuela de Barrio Irvin.  El Liceo de La Cruz inició sus actividades docentes en 1969, en el gobierno de don José Joaquín Trejos Fernández, como centro educativo complementario de segunda enseñanza, al principio nocturno nombrado como Colegio Marcelino García Flamenco y luego diurno con el nombre de Liceo de La Cruz, localizado en la escuela; en 1973 se inauguraron las instalaciones actuales donde funciona el Liceo Diurno de La Cruz y el Colegio Nocturno, el Liceo de La Cruz se transformó en Liceo Experimental Bilingüe de La Cruz a partir de 2000 y en 2010 se inauguran las actuales instalaciones del LEB La Cruz. En el 2003 se inauguró un nuevo colegio en Barrio Irvin que actualmente es el Colegio Técnico Profesional de Barrio Irvin.

En ley No 20 del 18 de octubre de 1915, se promulgó la división territorial para efectos administrativos, en la cual el barrio La Cruz constituyó parte del distrito tercero del cantón Liberia, la primera ermita se construyó en 1923, situada en la esquina noreste del actual parque, durante el arzobispado de Monseñor don Víctor Manuel Sanabria Martínez, segundo Arzobispo de Costa Rica, en el año 1949, se erigió la Parroquia, con advocación a la Santa Cruz, la cual actualmente es sufragánea de la Diócesis de Tilarán de la Provincia Eclesiástica de Costa Rica. La cañería se inauguró en el año de 1946, en la administración de don Teodoro Picado Michalski, siendo Primera Dama de la República, la cruceña Etelvina Ramírez Montiel. En el Gobierno de don José Joaquín Trejos Fernández, el 23 de julio de 1969, en ley No 4354, se le otorgó el título de Villa a la población de La Cruz, cabecera del cantón creado en esa oportunidad, conformado por los distritos de La Cruz, Santa Cecilia y La Garita y el 27 de abril de 1970 se crea el distrito cuarto del cantón, Santa Elena. Posteriormente, en ley No 4574 del 4 de mayo de 1970, se promulgó el Código Municipal, que en su artículo tercero, le confirió a la citada Villa, la categoría de Ciudad, por ser cabecera de cantón.

El 10 de agosto de 1970 se llevó a cabo la primera sesión del Concejo Municipal de La Cruz, integrado por los siguientes regidores propietarios, señores Piedad Loáiciga Salgado, Presidente; Víctor Manuel Hernández Ortega, Vicepresidente; y Carlos Manuel Rodríguez Campos, el Ejecutivo Municipal fue don Félix Sancho Gallo y el Secretario Municipal don José Luis Fallas Leitón.

El origen del nombre La Cruz se remonta al hecho ocurrido, en la época en que los arrieros llevaban ganado de Nicaragua a Esparza, uno de ellos, de paso por la región, cayó muerto al perseguir una res que se había escapado de la manada, por lo que sus compañeros colocaron una cruz de palos rollizos sobre su sepultura; Posteriormente, esa cruz sirvió de referencia a los arrieros que por allí pasaban, para hacer un descanso en el sitio y a la vez contar el ganado, antes de proseguir su viaje a su destino final. Con el tiempo el lugar dio origen a la formación de una incipiente población, que se comenzó a denominar La Cruz.